Exposición Virtual de las obras realizadas durante las Becas de Residencia de Producción
«Paisajes de Jaén»
Antonio Damián
Diorama
La obra Diorama de Antonio Damián usa la técnica del fotograbado para capturar un diorama meticulosamente construido, no un paisaje real. Al crear un simulacro de la desolación en lugar de representarla directamente, se reflexiona sobre los límites del arte y la «desilusión estética» de Baudrillard. Esta dualidad se extiende al proceso creativo, que combina lo artesanal de la construcción del escenario y la fabricación de papel para transferirlo, con lo tecnológico de un grabado con fotopolímero a partir de un positivo digital. La composición se basa en un potente claroscuro y surcos que dirigen la mirada, intensificando la sensación de un mundo desolado. Diorama nos obliga a reflexionar sobre el simulacro y la percepción.
Shadi Alnokari
Cualquier Playa en Cualquier Lugar
La obra de Shadi medita sobre la materia, el tiempo y la existencia. A través del grabado en fotopolímero, el artista yuxtapone tres elementos —madera, piedra y tela— en un escenario atemporal. La composición asimétrica evoca un navío varado, simbolizando la migración y la búsqueda interior. La paleta monocromática de grises profundos elimina distracciones, centrando la atención en la textura que revela la historia de cada material. Cada elemento representa un estado de la materia:y convierte a la pieza en un sereno poema visual que nos invita a reflexionar sobre nuestro devenir.
Elena Prado
Renanscentia
La obra de Elena Prado, Resnascentia, es un grabado en fotopolímero que actúa como un autorretrato conceptual. Al apropiarse de un antiguo mapa celeste del Renacimiento, la artista se sitúa en el centro de un cosmos que simboliza su circunstancia» vital. Esta pieza visual argumenta que el ser se define por su contexto, y que para realizarse, uno debe comprender y asumir su entorno.
Las esquinas del grabado presentan alegorías de la mortalidad, actuando como un contrapunto a la simetría central y recordando que ni el conocimiento puede vencer a la finitud. En el epicentro del mapa, la artista introduce el símbolo de la rueda de carro. Al hacerlo, subvierte el orden clásico para reflexionar sobre la adaptación y cambio, sugiriendo que la «circunstancia» no solo se hereda, sino que también se construye a través del movimiento y la elección.
Mónica Bermúdez

Cuerpo y Paisaje
La obra de Mónica Bermúdez es una pieza enigmática y profundamente poética, un grabado en fotopolímero sobre papel hecho a mano de lino y abacá que explora la disolución de las fronteras entre el cuerpo, el paisaje y la memoria. Inspirada en la teoría de la panarquía de los ecosistemas, la artista articula una meditación visual sobre los ciclos de crecimiento, colapso y reorganización que rigen tanto a la naturaleza como a la existencia humana. La obra no captura un instante, sino que representa un proceso de transformación perpetua.
Presentada en una paleta monocromática de tonos sepias y terrosos, la imagen posee una cualidad atemporal, como si fuera un hallazgo geológico o el fragmento de un recuerdo antiguo. La composición se aleja del retrato convencional para escenificar una integración radical: una figura humana camuflada, casi reabsorbida por la tierra. Este cuerpo no se impone al paisaje, sino que parece estar en la fase de conservación y madurez de un ciclo, en una simbiosis que lo vuelve indistinguible del entorno.
Hussein Al Maliki

El Taller
La obra de Hussein Mohsin Hajeer Al Maliki es un grabado láser sobre madera con dos tintas de serigrafía que transforma el taller en una forma de autorretrato. Con una perspectiva distorsionada, la composición sumerge al espectador en el «desorden productivo». Un patrón ondulante, unifica y a la vez desestabiliza la imagen, simbolizando la energía creativa o la subjetividad del artista. La pieza es una declaración sobre el acto de crear, enfocándose no en lo que se hace, sino en el proceso y en el espacio donde surge el pensamiento creador.
Eve Mae

Fábula de dos Mundos
La obra de Eva nos invita a mirar un charco como si fuera un portal. Lo que parece un detalle cotidiano se convierte en un escenario donde la historia, la leyenda y el paisaje de Jaén conviven. Con una técnica que combina impresión digital, serigrafía y tintas especiales sobre papel hecho a mano, la artista construye una alegoría visual que habla de identidad, memoria y territorio.
Gerard Olivas

Mientras Duerme
La obra de Gerard Olivas Porcar, realizada con la técnica de grabado en fotopolímero, se centra en la figura de Mónica en reposo para explorar temas como la identidad y la vulnerabilidad. La composición se divide en dos partes: una figura central, representada con realismo y un trazo delicado que evoca calma y serenidad, y un fondo caótico y abstracto de trazos enérgicos.
Esta dualidad es la clave de la obra. La figura de Mónica durmiendo simboliza la identidad en su estado más puro, libre de las presiones del mundo exterior, mientras que el fondo caótico representa el ruido visual y las fuerzas del entorno que amenazan con perturbar su quietud. De esta manera, Olivas Porcar reinterpreta la idea de Goya, sugiriendo que, en la actualidad, los monstruos no nacen del sueño de la razón, sino de la agitación de la vigilia que amenaza la identidad individual.
Christian M. Walter

Badland Flamingo
La obra Badland Flamingo de Walter es un grabado en fotopolímero que invita a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y el paisaje. Su título irónico yuxtapone la dureza de una tierra baldía con la elegancia de un flamenco. El grabado en blanco y negro resalta las texturas y las formas de la obra. La composición, con sus diagonales y su perspectiva dinámica creadas por las herramientas agrícolas, contrasta con la aridez de la tierra.
La pieza otorga una cualidad monumental a estas herramientas de trabajo, elevándolas a la categoría de símbolos que representan la tenacidad y la conexión del ser humano con la tierra. En última instancia, Badland Flamingo es una meditación visual sobre el legado de la humanidad en el paisaje y la belleza que se puede encontrar en lo simple.
Antonio Alcaraz
Distrito Minero. Linares
La obra de Antonio Alcaraz, Distrito Minero. Linares, es una pieza de técnica mixta (fotopolímero y serigrafía) que explora el paisaje minero de Linares. Utilizando una fotografía como punto de partida, el artista documenta las ruinas industriales como testimonios de un pasado productivo.
El contraste visual y la textura de la obra son fundamentales. El uso del fotopolímero sobre un papel artesanal con tonos ocres y huellas de óxido crea la sensación de un documento rescatado del olvido. Las ruinas, como una chimenea sin humo, actúan como «índices» de la historia, mientras que la vegetación que crece entre ellas representa la persistencia de la naturaleza. En esencia, la obra se enmarca en la arqueología industrial, transformando los vestigios de un ciclo histórico en monumentos que documentan el pasado.
Belen Mazuecos
El Principio de Arquímedes
La obra de Belén Mazuecos se erige como una potente y compleja alegoría visual que, bebiendo del lenguaje surrealista, lanza una aguda crítica a la crisis contemporánea. A través de una simbólica composición en blanco y negro, la artista nos sumerge en un paisaje post-apocalíptico que funciona como un espejo de nuestras ansiedades colectivas: el cambio climático, la fragilidad de la cultura y el absurdo rol de la humanidad en medio de un desastre autoinfligido.
Octavio Irving

Memoria firme II
Esta obra del artista cubano Octavio Irving es una litografía realizada con la técnica de la siligrafía (litografía con protección de silicona). Este procedimiento le permite al artista jugar con la rica textura y gestualidad del trazo graso, convirtiéndose en un vehículo perfecto para su lenguaje visual. A través de esta técnica y de una figuración simbólica y surrealista, Irving explora las profundidades de la psique humana.
Jim Lorena

Sedimentos, estratos de historia
Titulada «Sedimentos, estratos de historia», la obra de Lorena es un grabado en fotopolímero sobre paperart que nos transporta a un tiempo remoto. Como parte de su proyecto «Tiempo Mineral», esta pieza explora el origen de la expresión humana: ese pasado primigenio donde la huella y el símbolo eran la única forma de dejar constancia de la existencia.
La obra se presenta como un hallazgo arqueológico, centrada en un «libro piedra» creado por la propia artista. Este objeto cerámico, cocido con la arcaica técnica de pit fire, posee un carácter ancestral y único. El diálogo entre la técnica y el soporte es clave: el fondo, que evoca las texturas del muro de la Catedral de Jaén, actúa como el sustrato, la tierra misma. Sobre él, el «libro piedra» aparece como un sedimento cultural desenterrado, un testimonio de la creatividad humana.
Paco Carrillo
La Chorrera
La obra de Carrillo es una inmersión en «La Chorrera», un conocido paraje de Valdepeñas de Jaén, que en sus manos parece un paisaje suspendido entre la realidad y el recuerdo. A través de una técnica de grabado en fotopolímero dibujado con gran maestría, el artista nos presenta esta escena natural que es, a la vez, un estudio detallado y un boceto evanescente. La pieza trasciende la mera representación topográfica para convertirse en una meditación sobre la percepción, la memoria y el propio acto de la creación artística.
La composición de la obra se fundamenta en un audaz y poético desequilibrio. La mitad superior está trabajada con una densidad casi obsesiva. Una maraña de vegetación, árboles y sombras se construye a través de trazos finos y entrecruzados, creando una atmósfera densa e impenetrable. En medio de esta espesura, se adivina una pequeña estructura de madera, casi engullida por el bosque.





