carrillo copia scaled

La obra de Carrillo es una inmersión en «La Chorrera», un conocido paraje de Valdepeñas de Jaén, que en sus manos parece un paisaje suspendido entre la realidad y el recuerdo. A través de una técnica de grabado en fotopolímero dibujado con gran maestría, el artista nos presenta esta escena natural que es, a la vez, un estudio detallado y un boceto evanescente. La pieza trasciende la mera representación topográfica para convertirse en una meditación sobre la percepción, la memoria y el propio acto de la creación artística.

La composición de la obra se fundamenta en un audaz y poético desequilibrio. La mitad superior está trabajada con una densidad casi obsesiva. Una maraña de vegetación, árboles y sombras se construye a través de trazos finos y entrecruzados, creando una atmósfera densa e impenetrable. En medio de esta espesura, se adivina una pequeña estructura de madera, casi engullida por el bosque.

La pieza vive en la tensión generada entre la masa oscura y detallada de la parte superior y la claridad sugerida de la inferior. El artista parece detener deliberadamente el proceso, dejando gran parte de las rocas y el agua en un estado de esbozo. Esta decisión convierte el papel en blanco no en una ausencia, sino en un elemento activo de la composición: es la luz, el potencial, el espacio por llenar.

La obra es un alarde de virtuosismo en el manejo de la línea. En la vegetación, la línea es nerviosa, fragmentada y acumulativa. En el agua, sin embargo, los trazos son más largos, suaves y paralelos, sugiriendo la calma y el reflejo de la superficie. La cascada que une ambos mundos se define por líneas verticales y enérgicas que transmiten la fuerza y el movimiento del agua.

La obra de Carrillo es una «proposición» poética sobre la naturaleza incompleta de nuestra percepción. No es un paisaje inacabado, sino una declaración deliberada sobre la imposibilidad de capturar la totalidad de una experiencia. Al yuxtaponer lo meticulosamente detallado con lo apenas sugerido, el artista crea un ecosistema visual que es a la vez real y onírico. Es una pieza que nos invita a completar la escena con nuestra propia memoria y a reflexionar sobre la belleza que reside tanto en lo que se muestra como en lo que se omite.